Cada vez es más común encontrar puntos de acceso a Internet mediante WiFi en lugares públicos, desde aeropuertos a cafeterías. Sin importar si estás de viaje de negocios, eres un estudiante o escribes un blog, puedes enviar emails desde el aeropuerto, preparar tu trabajo de fin de trimestre en una biblioteca, o escribir tu último artículo desde una cafetería. Cada vez es más fácil y conveniente encontrar puntos de acceso a Wifi gratuita, pero esta conveniencia entraña a su vez un riesgo. Usar una red Wifi pública puede no ser tan seguro como piensas.
¿Por qué usar una Wifi pública puede poner tus datos en peligro?
Los puntos de acceso Wifi están pensados para proveer fácil acceso a Internet a sus usuarios, pero usar una conexión pública conlleva más riesgos que una privada. En muchos casos no es necesario una contraseña para conectarse, y en otras muchas ocasiones, ésta es tan predecible que apenas ofrece protección alguna.
Sin estos requisitos de autenticación, un atacante que comparta la misma red Wifi, puede escuchar tus transmisiones y vulnerar tu privacidad. Interceptando las comunicaciones entre el punto de acceso y tu dispositivo, un atacante puede capturar la información transmitida, incluyendo emails, credenciales e incluso datos bancarios. Si además no has desactivado la opción de compartir carpetas, el atacante podría llegar a aprovecharlo para colocar malware en tu PC.
¿Cómo protegerte cuando te conectes a una Wifi pública?
Hay ciertas precauciones que puedes tomar para reducir el riesgo de robo de información en un punto de acceso público:
1. No te conectes a redes Wifi que no conozcas
Comprobar si hay wifi disponible se ha convertido en un acto prácticamente automático para muchas personal al llegar a un sitio. Los atacantes lo saben, y muchos se aprovecharán de esta situación, configurando su propia red inalámbrica con nombres como “Free Wifi” o “Wifi Gratis”, para engañar a sus “presas” para que se conecten, y poder interceptar su información. Por este motivo, es mejor evitar conectarse a ninguna red sospechosa, a menos que podamos verificar que es una red legítima.
2. Utiliza conexiones SSL
Cuando navegues por una página web, comprueba la URL (la dirección) primero. Si ésta empieza por https, significa que tu información viaja encriptada, y no puede ser interceptada por un tercero. Si la URL empieza por http, significa que la información viaja sin cifrar. Si estás enviando información personal, tu privacidad podría estar comprometida. Es recomendable marcar en tu navegador la opción “Usar siempre HTTPS”.
3. Utiliza una VPN
Una VPN (o Red Privada Virtual) te ofrece una capa extra de encriptación en tus comunicaciones. Ya que una VPN encripta todos los datos transmitidos, los atacantes no serán capaces de descifrar tus comunicaciones aunque pudieran interceptarlas. Puedes aprender más sobre como funciona una VPN y cuáles son sus beneficios en nuestro blog.
4. Desactiva la Wifi cuando no la estés utilizando
Si vas a estar trabajando con Excel o Word, y no te hace falta conexión a internet, puedes apagar la red wifi. Aunque no estés navegando, dejar la wifi encendida provoca cierto tráfico desde tu tarjeta de red. Apagarla no sólo reduce el riesgo de ataque, si no que además te ayuda a ahorrar batería.
5. No envíes información sensible
Si no es realmente necesario, no te arriesgues a ser hackeado al usar tu servicio de banca online o al enviar información sensible desde una wifi pública. En casa de tener que hacerlo, asegúrate que tu navegación es segura (utiliza https) antes de enviar ninguna información.
6. Instala un antivirus para mayor protección
Incluso si has tomado todas estas precauciones, es posible que todavía te encuentres problemas en alguna ocasión. Así que además de las recomendaciones anteriores, asegúrate también de instalar un antivirus en tu PC y de mantenerlo actualizado.
Finalmente,el punto clave para mantener tu información segura y evitar ataques de hackers o espías es extremar las precauciones cuando te conectes a un punto de acceso público.