Cuando hablamos de la seguridad de un ordenador, normalmente pensamos en los antivirus, que nos protegen contra hackers y malware, o en los firewalls, que nos ayudan a monitorear nuestro tráfico y bloquear conexiones sospechosas. Éstas son dos de las soluciones más comunes pero, ¿has oído alguna vez hablar de VPN (Red Privada Virtual, o Virtual Private Network, en inglés)? Ésta tecnología juega también un papel muy relevante en la protección de la información.
¿Qué es una VPN?
Si alguna vez trabajando fuera de tu oficina has necesitado conectarte a la red corporativa de tu empresa, seguramente estés familiarizado con este servicio. Una VPN es una red privada compuesta por un conjunto de ordenadores o redes separadas, y conectadas a través de una red pública. Estableciendo una conexión cifrada y segura entre el dispositivo, y un servidor, una VPN no solo protege la privacidad de los usuarios en Internet, si no que también permite esquivar algunas restricciones geográficas en algunas redes o países.
¿Cómo funciona una VPN?
Un antivirus puede hacer una buen trabajo manteniendo la información personal almacenada en tu ordenador protegida de hackers y timadores. Una VPN funciona como un excelente complemento a un antivirus, ya que por su lado, protege tus comunicaciones online y tus búsquedas web de posibles espías y fisgones.
Este servicio utiliza protocolos de túnel para crear un canal virtual entre el servidor VPN y tu dispositivo (sea ordenador o móvil). Funcionando como una sesión directa temporal, la VPN utiliza un código de encriptación único para proteger la información transmitida. Todo el tráfico intercambiado entre dos redes a través de este túnel, es invisible a aquellos que quieran interceptar la comunicación. El contenido sólo es descifrado cuando la información llega al receptor, quien posee también la clave de cifrado. De esta manera, una VPN protege la privacidad y los datos de los usuarios, como números de tarjetas de crédito, durante la transmisión de datos en redes públicas no seguras.
Además de proteger la privacidad, este servicio también permite al usuario camuflar su propia dirección IP, al reemplazarla por la IP del servidor VPN. De esta manera, el usuario puede conectarse a páginas o servicios con limitaciones geográficas o contenidos bloqueados, ya que las webs detectarán la IP del servidor, y no la del usuario (una manera de poder videos online de cadenas de televisión en otros países, o de acceder a catálogos de otros países en servicios de streaming como Netflix).
Este servicio protege el anonimato del usuario, permitiéndole no dejar huellas, y dificultando la labor de aquellos con intenciones dudosas, como hackers o quizás algún gobierno espía.
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